No nos lo podíamos creer, la estampa parecía una broma!
Dejamos atrás la nieve para ir rumbo a Williams, el pueblo más cercano al GRAN CAÑÓN, para aprovechar y hacer la visita.
Y... por fín!!! EL GRAN CAÑÓN:
Como todo en este viaje, increible :)
Dentro del parque hay diferentes autobuses que hacen rutas dentro del parque, simplemente te montas y te bajas en las paradas que quieres, en el punto de información puedes preguntar por los miradores más famosos y/o con mejores vistas.
Sí que es verdad que una vez visto por primera vez, es más de lo mismo todo el rato pero... es algo que no se ve todos los días.
Lo que me sorprendió fue el horizonte totalmente recto que se ve en todo el Gran Cañón, puede que sea una tontería pero, yo por lo menos, no me lo imaginaba así.
Una vez que llegamos al pueblo, duchita calentita, paseo por las calles con olor a barbacoa y cenita típica de la zona, que ricaaa!!!
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